Nuestra fe nos fortalece y nos inspira a construir una vida llena de amor, respeto y compromiso.
Con Dios en el centro de nuestro matrimonio, sabemos que podemos enfrentar cualquier desafío y celebrar cada alegría con un corazón lleno de gratitud.
Desde el primer momento, nuestra familia ha sido un pilar fundamental en nuestro matrimonio. Estuvieron a nuestro lado durante la planificación, compartiendo consejos y brindándonos su amor incondicional.
En el día de la boda, su presencia llenó de alegría y calidez cada instante. Sus sonrisas, abrazos y bendiciones hicieron que nuestra celebración fuera aún más especial